Por que quiero tener fe.

*El siguiente post ha sido editado, porque en serio... estoy harta de los problemas.

Una de las mejores cosas que ha dejado la literatura en mi es el entendimiento de el alma humana.

Ese ha sido siempre mi mayor motivador con respecto a cualquier actividad literaria que lleve a cabo, es quizá también la razón por la cual me considero más una consumidora que una creadora.

Lo confieso, durante mi adolescencia el ego me llevó a considerar la literatura como carrera y estuve tentada a estudiar letras con el afán de convertirme en escritora de oficio. Pero afortunadamente fui honesta conmigo misma; el protagonismo y la fama en ése ámbito en realidad no me seducen. Nunca lo hicieron.

Cuando niña solía soñar con ser bibliotecaria, vivir rodeada de libros, consumiéndolos sin cesar, facilitando obras a alguien más, jamás me vi como escritora a pesar de que escribía cuentos, gané concursos y charadas de ese tipo.

La escritura en mi responde más a una necesidad catártica que a una compensación del ego.

Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria las circunstancias me llevaron a encontrarme rodeada de egos descontrolados y diseccionando cadáveres. Pronto me dí cuenta que no era ese mi lugar... y no es que el funcionamiento del cuerpo humano no me importe, en realidad lo hace, es sólo que me veo más interesada en el alma, quiero entenderla, descifrarla, conocerla, desmenuzarla y hablar de ella. Quizá esa fue la razón por la cual decidí estudiar Psicología una vez que deje Medicina y no Ciencias de la Comunicación como también llegué a considerar.

En éstos tiempos de tanta inseguridad, violencia y actos tan terribles contra gente inocente... quiero ir en contra de mí misma, en contra de lo que normalmente haría en éstas circunstancias.

Me propongo tener fe en el ser humano.

Quizá sea absurdo, pero quiero paz, así como en el mundo... en mi alma.