Si, estoy de malas, quisiera que mi vida fuera más fácil, o al menos tener la capacidad de facilitármela un poco más, y es que todo lo que deseo, lo que quiero, todo lo que en verdad quiero, todas esas cosas que están en mi interior que y no puedo negarlas, porque el simple hecho de hacerlo me causa una inmensa infelicidad..
El punto aquí es que soy una dark patética, insufrible y odiosa, no culpo a todas aquellas personas que no quieren estar conmigo. No hay nada en mí que disfrutar.
Demontres! Estoy de muy mal humor. Quisiera poder platicar con alguien, tener a alguien a quién contar lo que me pasa o mejor aún, tener a alguien que me cuente sus cosas y así poder distraerme de las mías.
Chale, me siento sola y no es setsi.
Bueno blog, tampoco quiero hartarte a tí también, así que aquí te dejo un poco de la miscelánea beuosa esperando que te guste.
“Quisiera abrazar la carne
Negar los recuerdos
Abandonar el luto
a
otras plañideras
Con más garganta para llorar.
No puedo cargar
más pasado
Necesito un eco
En mi piel de piedra”
Para todas aquellas que, desgraciadamente, tenemos a la madre de Freud :P
Psique: ¿Quién eres tú?
Madre: Soy tu madre, tal como ella existe en ti.
Psique: No, tú no puedes ser mi madre. Todo lo que ella desea es mi
felicidad. Después de todo, ¿qué otra cosa podría querer una madre para su
hija?
Madre: Que renunciara a todo hombre que no fuera suyo.
Psique: ¿Estás loca? ¿Qué tratas de decirme?
Madre: Te imparto mis mandamientos:
1.- Una hija debe renunciar al amor y a todo aquello que envejezca a su madre.
2.- Una hija debe ser espejo de la juventud eterna de su madre.
3.- Una hija debe realizar los deseos incumplidos de su madre.
4.- Una hija debe ver el mundo a través de los ojos de su madre.
5.- Una hija de ver a todo hombre que no satisface a su madre como monstruoso.
6.- Toda hija es la eterna niña de una madre inmortal, joven y hermosa.
Psique: ¡Pero esos no son los mandamientos de mi madre!
Madre: ¿Entonces por qué te fueron prohibidos los hombres que no me pertenecieron alguna vez? Mi pequeña Psique, sólo vives para mí. Amante y obediente hija, niña
de mis sueños, luz de mis ojos… ¿cómo podré vivir sin ti? Bien sabes que si te enamoras moriré.