lunes, 14 de abril de 2008

Calvicie / Senti-mental

Tenía miedo de estornudar, aguantaba la respiración intentando alejar la sensación y prevenir el estornudo. Sabía que si lo hacía las leyes de la sociedad y la educación les obligaba a entablar un dialogo al que no estaba dispuesta. Un "Salud" "Gracias" "De nada" y todo habría cambiado. Se perdía el encanto del anonimato.
No se preocupaba así de sus lagrimas, sabía de antemano que las lagrimas no obligan a nadie a ser cortés. Las lagrimas de un extraño son un lenguaje que dice: "sufro, respeta mi sufrimiento". No nos obligan a nada, no esperan nada.
Tenía miedo de estornudar.
***
De la nada cogío el libro y lanzó la pregunta.
No supe qué contestar, de inmediato la verdad saltó a mi cabeza:
- En la quinta parte. A Tomás le ofrecen firmar una declaración que lo salvará de la reprimenda por su artículo de Edipo y los comunistas -
Habló sobre el nuevo empleo de Tomás (que en ese momento desconocía) y ante mi mirada reprobatorioa supo había cometido un grave error.
- No te dije mucho. Cuando llegues a esa parte te darás cuenta de las "bondades" de su nuevo trabajo -
No entiendo a qué se referia con "bondades", creo que el empleo de limpiador de escaparates propocionó a Tomás el bisturí necesario para cortar el cordón que le unía al peso de su carrera de médico y lo puso en es escenario perfecto para poder conseguir, de una gran cantidad de mujeres, esa millonésima paret que constituía su yo. Si no podía (o quería) cargar con el peso de las mujeres con las que tenía encuentros sexuales... ¿ por qué cedía ante el peso del amor que sentía por Teresa?
Quizá es que hay pesos de los que no nos podemos librar.
Como bien dice Kundera en este libraco hermoso: "El amor empieza en el momento en el que (una mujer) inscribe su primera palabra en nuestra mente poética"
***
Vivir en la espera, en lo que todavía no es, es aceptar el desequilibrio estimulante que supone la idea de porvenir. Toda nostalgia es una superación del presente. Incluso bajo la forma de remordimiento, toma un carácter dinámico: se quiere forzar el pasado, actuar retroactivamente; protestar contra lo irreversible. La vida no tiene contenido más que por la violación del tiempo. La obsesión de estar en otra parte, es la imposibilidad del instante; y esta imposibilidad es la nostalgia misma.

martes, 1 de abril de 2008

La sonrisa.

Pocas veces reparo en mi sonrisa, no se si soy una persona risueña. Quiero suponer que si, particularmente soy una de esas personas que no muestra las penas al público y no hay nada mejor que una sonrisa para despistar al mundo y evadir los cuestionamientos.


La sonrisa es algo sumamente complejo; en definitiva es una construcción social, primer indicio en los bebés del reconocimiento de “el otro” diferente a él.


Una sonrisa inevitablemente nos demuestra una animación interior, la presencia del ánima/alama. Sabemos que los muertos no sonríen.


Es curioso que, en oriente, el maquillaje de sonrisa estaba principalmente destinado no a expresar, si no a ocultar, cosa que podemos observar claramente en nuestra sociedad con el ejemplo de los payasos. En verdad no soporto a esos seres y es probable que de ahí provenga mi fobia: me repugna el hecho de que sean la viva imagen del eterno fingir felicidad para agradar a los demás. ¡Oh Jung! ¡Oh sombra! ¡Oh Freud! ¡Traume resuelto! Debería pagarme 400 morlacos por lo que acabo de descubrir.


Me confieso Garrik:

“Viendo a Garrik, actor de la Inglaterra
El pueblo al aplaudirlo le decía:
¡Eres el más gracioso de la tierra. Y el más feliz!
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores
En sus noches más negras y pesadas
Iban a ver al rey de los actores
Y cambiaban su spleen en carcajadas

Una vez, ante un médico famoso
Llegose un hombre de mirar sombrío
Sufro. Le dijo. Un mal tan espantoso
Como esta palidez del rostro mío.


Nada me causa encanto ni atractivo
Ni me asusta mi nombre ni mi suerte
En un eterno spleen muriendo vivo
Y es mi única ilusión la de la muerte.

Viajad y os distraeréis. ¡Tanto he viajado!
¿La lectura buscáis? ¡Tanto he leído!
Que os ame una mujer. Si soy amado.
Un título adquirid. Noble he nacido.

Pobre seréis quizá. Tengo riquezas
¿De lisonjas gustáis? ¡Tantas escucho!
¿Qué tenéis de familia? Mis tristezas.
¿Vais a los cementerios? Mucho, mucho.

De la vida actual ¿tenéis testigos?
Si, pero no dejo que me impongan yugos
Yo les llamo a los muertos mis amigos
Y les llamo a los vivos mis verdugos.

Me deja perplejo vuestro mal
Más no debe acobardaos
Tomad hoy por receta este consejo:
Sólo viendo a Garrik podéis curaos.

¿A Garrik? Si, a Garrik
La más remisa y austera sociedad le busca ansiosa
Todo aquel que lo ve, muere de risa
Tiene una gracia artística asombrosa.

¿Y a mi, me hará reir? Oh si, os lo juro.
Entonces, ¿Qué os inquieta?
Entonces Doctor, no me curo. ¿Cómo?

¡Yo soy Garrik, cambiadme la receta!

Cuantos hay que cansados de la vida
Enfermos de pesar, muertos de tedio
Hacen reís como el actor suicida
Sin encontrar para su mal remedio.

Ay, cuantas veces al reís se llora
Nadie en lo alegre de la risa fíe
Porque en los seres que el dolor devora
El alma llora cuando el rostro ríe.

Si se muere la fe, si huye la calma
Si sólo abrojos nuestra planta pisa
Lanza a la faz la tempestad del alma
Un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto
Que la vida son breves mascaradas
Así aprendemos a reír con llanto
Y también a llorar con carcajadas.

Juan de Dios Peza


Es increíble la forma en que las personas cambiamos con el sufrimiento, nos hace más profundos, da más brillo a nuestros colores, proporciona una resonancia más rica a nuestras palabras. Creo en verdad que el sufrimiento, del carácter que este sea, nos purifica, nos acerca, poco a poco, a la verdadera belleza.

Habemos personas a las que no nos queda nada, nada más que la constante búsqueda, la eterna lucha por alcanzar lo bello, lo puro, lo sublime. ¿Qué más queda si no eso? Definitivamente vivimos en un mundo de accidentes, en el que solamente los principios estéticos tienen una coherencia que da seguridad.
Mientras tanto, no queda más que ir por el mundo con una sonrisa tatuada en el rostro, claro, si no quieres que te encierren.

Quien en verdad me conozca sabrá ver la verdad de mi alma a través de mis ojos.