lunes, 23 de mayo de 2011

XI Por favor no regreses.

No me dí cuenta cuando llegó, ni siquiera la invite o me aviso que vendría, no la quiero cerca, no quiero que se instale, me hace mal, me lastima. Le tengo miedo.

Dormí cansada, harta de todo... de estar y no estar, de convivir con la familia y que sólo se conviertan en murmullos lejanos mientras en mi cabeza solo se escucha un rumor como de agua correr. Agradezco a las personas que se han esforzado y preocupado por mi, de nada sirve, este manto me limita al mundo. No logro acceder a nada del exterior.

Desperte en la azotea de la casa, descalza, transparente. ¿A donde me llevan las aves? ¿A donde van a descansar los cantos de grillos sin la primavera? Es Otoño en mi interior y algo tiembla, nace, crece, se reproduce y me quiere morir. 

Tengo miedo, miedo de la vida, de ti, de tus silencios, miedo de tu eterno abandono que se reproduce en cada mirada que se posa en mi y después emigra a nuevos puertos de palmeras mas firmes. 

Es tiempo de los cambios, de aceptar la ayuda, de no volver a caer, de hacer hasta lo imposible por huir del encierro. Es tiempo de conquistar la libertad a través del lenguaje, si, el lenguaje, esa es la única posible salvación. 

"Yo le dije que en mis poemas la muerte era mi amante y mi amante era la muerte".

3 comentarios:

SoNy dijo...

Beu te extraño mucho... cumple tu duelo y cuando te sientas mejor te darás cuenta lo fuerte que eres y aquí estaré esperando :)

Dylan Forrester dijo...

Solo podrán salvarnos las palabras y el verdadero amor...

Saluditos :)

Beu dijo...

Temo mucho ser uno de esos casos en los que el lenguaje no es un puente, si no alas... El verdadero amor ya me ha abandonado