Es bien sabido que tengo obsesión por algunas cosas, una de ellas, quizá la mayor, es por el lenguaje, pero hoy no hablaré de ello. Un concepto que me ha estado rondando mucho en la cabeza: el tiempo. Y no me refiero a noción de horas, minutos, o segundos; más bien es esta cuestión de hacer, ser o estar en el tiempo adecuado. La mayoría de las ocasiones tengo esta sensación de que llego tarde a la vida de las personas, y muchas otras de que me quedo más tiempo del que debo. O que hago las cosas cuando ya es demasiado tarde y no tienen sentido, o las hago con demasiada anticipación y no sirven de nada. Estoy fuera de tiempo, puedo ver en mi que algo no cuadra, no encaja, se nota la disonancia, como cuando hay problemas en un vídeo y el audio está desfasado y no se sincroniza con la imagen. Esa es la historia de mi vida.
Dicotomía incruenta
Siempre llega mi manomás tarde que otra mano que se mezcla a la míay forman una mano.
Cuando voy a sentarmeadvierto que mi cuerpose sienta en otro cuerpo que acaba de sentarseadonde yo me siento.
Y en el preciso instantede entrar en una casa,descubro que ya estabaantes de haber llegado.
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,y que mientras me rieguen de lugares comunes,ya me encuentre en la tumba,vestido de esqueleto,bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
O. Girondo
Supongo que esta sensación es algo que me va a acompañar de por vida, soy uno de esos errores en la Matrix que nadie va a reparar ¿por qué? porque a nadie afectan (sólo causan incomodidad en el propio error, quién es consciente de él :S) Ahora que estoy leyendo Ana Karenina (siii, de nuevo, por fin la conseguí gracias a mi amigo oveja) y viendo la serie que la BBC realizó sobre la novela de Jane Austen "Orgullo y Prejuicio" me pregunto si mi vida hubiese sido más fácil en esa época, si me hubiese tocado vivir una historia de esa índole, o si al menos a quién escribiera mi historia se le hubiese ocurrido escribirme un final feliz. Como odio estos puntos suspensivos del vivir en la realidad.
No se, desvarío, escribo para no caer, para no perder-me, lanzo letritas absurdas como anclas para ver si logro aferrarme a algo ahora que he perdido toda brújula, que me encuentro como cometa sin órbita.
Meh...
Escribiré, escribiré para salvarme
Es una noche pesadacon aroma a navajasenredadas en antebrazosTengo dentro la esperade un cometa que esta vezno aparece surcando el cieloY mientras la luz se ocultade la hiedra noche crecienteespero que los dragones lleguen.
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