viernes, 11 de septiembre de 2009

De vuelta a las andadas

Quién lo iba a decir, cinco meses han pasado ya desde que dejé de escribir.
Cinco meses de estar encerrada y podrirme por dentro, de estar muerta, muerta para mí y para el mundo, puesto que eso es para mí la incapacidad de escribir.

Estoy enferma, realmente enferma, me confieso enferma del alma, del cuerpo, de la mente, de la voluntad (si es que aún queda algo de ella en mí). Enferma del mundo, harta de mí, de mi vida, de mi incapacidad de todo, tengo una congestión en el alma que me pudre el interior, tanto que hasta apesto, en verdad apesto... destilo pestilencia. Estoy podrida como cadaver, soy un cadaver putrefacto que ya ni siquiera deambula por las calles, simplemente se dedica a vegetar, a estar... simplemente me limito a existir y sinceramente me estoy hartando de eso también.

Soy patética, soy patética justo en este instante cuando escribo estas cosas, por patética por la necesidad de sacarlas, no diré más a las personas que me rodean, no veré más caras chocadas de lo patética que es mi vida, de lo dramática que soy, de mi forma tan oscura de padecer la vida, soy patética, insufriblemente patética. Es como si sintiera que cada persona que se entera de mi estado pudiese llevarse un poco de mi pesar, ¿es por eso que lo divulgo en un medio electrónico? ¿es por eso que globalizo mis sentimientos?

Pues bien cohabitante cibernético... gracias por pasar por aquí, toma tu pedazo de mi mierda y emprende la graciosa huida.

2 comentarios:

tOnYtO dijo...

Que darki texto :P

Amielle dijo...

Yo me siento así, patético.
Y después de pensarlo demasiado, creo que ser patetico es ser normal, y ser normal es cuadrar, y cuadrar eventualmente te lleva a que las cosas lleguen a un punto de normalidad donde todo va bien.
A mi me va bien, y estoy poco mas que muerto por dentro, y si soy de esos que dices, tomo un poco de tu pesar y me largo, me lo llevo y lo fermento para bebérmelo el quince de septiembre y acordarme de ti.
Te quiero.
Ciao!!