En la Edad Media se difundió la creencia de que la locura era resultado de excrecencias cerebrales, a menudo imaginadas como protuberancias o tumores en la frente.
Quizá debajo de todo este cabello revuelto se note aquella protuberancia en mi, aquella que sólo yo, cuando estoy en la ducha y mi cabello parece dormir, aplastado, mojado, pequeñas hebras rizadas pegadas a mi cara, a mi craneo, sólo en ese momento puedo notar ese pequeño bulto que sobresale de mi cabeza y tiene vida propia.En el están contenidas todas mis letras, es la piedra... la piedra de la locura, la piedra filosofal, es ese punto de encuentro donde mis sentidos convergen y depositan toda la información que perciben y lo transforman en letra, en palabra viva.
Amo esta piedra, aveces minúscula, aveces monolítica, aveces mas molesta que un cálculo renal, aveces más mágica que un cuarzo blanco, piedra de ritual, de adoración, piedra de jade, de obsidiana... piedra de historia, piedra tallada como Coatlicue cerebral, piedra de sueños, piedra de dolor, piedra cómo lapida donde está escrito: «Siento un libro dentro de mí. Un libro que me atraganta. Un libro que me obstruye la respiración».Piedra de mi vida, pequeño disco que dibuja saltos en un lago, perfécto escudo de Pipila, piedra de sacrificio, de mi sacrificio, piedra de mi vida, piedra que es mi vida, piedra que será mi muerte.
«He meditado en la posibilidad de enloquecer. Ello sucederá cuando deje de escribir. Cuando la literatura no me interese más».
Creoqueesdemasiadotarde
Graciasalalocuraescribespoesía¿noloentiendes?
Graciasaelloexistimos
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